miércoles, 28 de enero de 2009

El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, y el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) invitan a su respetable medio a ACOMPAÑARNOS nuestra conferencia de prensa:

COMUNIDAD DE TEMACA DA SU PALABRA ANTE LAS ÚLTIMAS DECLARACIONES DE CÉSAR COLL,
TITULAR DE LA COMISIÓN ESTATAL DEL AGUA

En las últimas semanas el titular de la Comisión Estatal del Agua del Estado de Jalisco, César Coll Carabias ha dado una serie de declaraciones ante los medios de comunicación en cuanto el intento de adquirir propiedades en la comunidad de Temacapulín, así como la reserva de la información de dicho proceso y sus negativas a responder a las medidas cautelares promovidas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos. El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo y sus aliados desean hacer del conocimiento público su posicionamiento ante éstas y otras declaraciones de las autoridades estatales, así como dejar constancia de que desde el anunció de la obra se ha rechazado la posibilidad de reubicación del poblado y que todas las acciones de defensa de nuestros derechos fundamentales han sido y seguirán siendo de carácter pacífico.

Agradecemos su asistencia a esta conferencia

La cita para que nos acompañen será en el Hotel Rotonda, Liceo No. 130,
entre Juan Manuel e Independencia, Col. Centro Histórico,
el día jueves 29 de enero del presente a las 11:00 AM
Para mayor información:
Instituto Mexicano Para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), A.C.
3810 45 36 / 38110714 Ext. 111 – 116
Marco von Borstel Cel. 044 33 12 69 26 21

E-Mail: marco@imdec.net

domingo, 28 de septiembre de 2008

FORO POR LA DEFENSA DE LOS RECURSOS NATURALES DEL ALTO LERMA



DOMINGO 28 DE SEPTIEMBRE 2008 10.00 HORAS
AUDITORIO DE SN. FRANCISCO XOCHICUAUTLA, LERMA, MEXICO

Fôdiju nu dähthe
Salvemos al Río Lerma

PONENTES:

Octavio Rosas
Landa
Centro de análisis social, información y formación popular
EL CAPITALISMO SALVAJE FRENO DEL DESARROLLO SUSTENTABLE


Hilario Valenzuela
Linares
Presidente ejecutivo de México Sustentable
LOS RETOS Y ORGANISMOS DEL DESARROLLO SUSTENTABLE EN EL SECTOR SOCIAL


Mindahi C. Bastida
Muñoz
Presidente del consejo regional Otomí del alto Lerma
GEOPOLITICA DEL AGUA

sábado, 27 de septiembre de 2008

viernes, 26 de septiembre de 2008

DECLARACIÓN DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS POR LA DEFENSA DE LA MADRE TIERRA Y DEL PADRE RIO LERMA-DATHE

Estamos reunidos en territorio del nacimiento del Padre Río Lerma representantes y miembros de comunidades de los pueblos originarios Ñahñu-Otomí y Náhua, en una ceremonia de reencuentro y desagravio con la Madre Tierra y por el renacimiento de la cuna de nuestro Padre Río Lerma, el Dathe Lerma.

Nos congregamos hombres y mujeres, niñas y niños, jóvenes, los abuelos y las abuelas; nos acompañaron nuestros guías y guardianes de la tradición. Fueron testigos nuestros antepasados que miran con tristeza lo que hemos hecho con nuestros ríos, lagunas y manantiales. Hemos caminado a la orilla del río, hemos depositado nuestras ofrendas: peces, flores, frutos, cantos, música, copal y nuestras plegarias para manifestar nuestro deseo porque el Río Lerma sea nuevamente fuente de vida y esperanza de las comunidades ribereñas y de todos los pueblos de la Cuenca del Lerma. Los pueblos originarios de estas tierras, levantamos nuestra voz y manifestamos al Gobierno Federal, Estatal y Municipal, a los industriales, a los empresarios, a la iniciativa privada y a la sociedad en general que:

1. Ya basta del despojo a nuestros territorios. Basta de la destrucción a nuestra Madre Tierra; no más entubamientos de nuestros ríos y manantiales; para nosotros son sagrados. La extracción del agua ha sido bajo engaños, falsas promesas, bajo convenios entre líderes corruptos, caciques locales y funcionarios llenos de ambiciones.

2. Queremos recuperar nuestras prácticas tradicionales y naturales. Nos oponemos a la producción y al uso de productos tóxicos desechables, a los envoltorios y artículos de plástico, al unicel, los aerosoles, latas y alimentos chatarra, que contaminan nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros hogares; y el hogar de toda la gente: La Madre Tierra. Nos oponemos a este modelo de vida insustentable y al consumismo, que provoca basura.

3. Rechazamos los proyectos insustentables como el Parque Industrial Toluca-Lerma, que despojó a nuestras comunidades otomíes de sus territorios y los convirtió en obreros asalariados de patrones y empresarios; les prometieron progreso y desarrollo, y sólo destruyeron nuestras formas de vida comunal, de autoconsumo, de desarrollo armónico, y de paso, contaminaron a nuestro Río Lerma con sus desechos químicos, envenenando a los hermanos peces y vegetales. De igual forma, rechazamos la inversión de dinero en proyectos de tratamiento de agua que son ineficientes por no ocupar sistemas de tecnologías apropiadas a los contaminantes vertidos a las aguas de cauce natural. Por ello, exigimos que cada industria instale su propio sistema de tratamiento de efluentes, ocupando la tecnología eficiente que existe, la cual debe adecuarse al contaminante que la industria genere. Que en los municipios y comunidades también se instalen sistemas eficientes de tratamiento de aguas residuales.

4. Proponemos usos alternos a los drenajes, como sanitarios secos.

5. Exigimos el respeto a las formas de vida de nuestros pueblos. No a la práctica de caza deportiva que nos ofende y agrede, porque destruye y mata por deporte. Condenamos y denunciamos la caza de patos en las ciénegas de Chignahuapan, Chimaliapan y Chiconahuapan, donde con la anuencia de las autoridades del Ayuntamientos y de autoridades locales, se asesinan a los patos que vienen del Canadá y de Norte América, así como a especies nativas y endémicas.

6. Pedimos se respeten nuestros lugares sagrados, como los lagos, los ríos, manantiales y montes. Demandamos se reconozcan nuestros territorios, zonas de vida y cuna de nuestras culturas milenarias. Exigimos se respete nuestra libre determinación y nuestra autonomía territorial como pueblos originarios.

7. Proponemos una nueva conciencia basada en la educación de respeto y convivencia con la Madre Naturaleza. Los pueblos originarios proponemos y nos comprometemos a educar a los niños y jóvenes para estar más en contacto con la tierra y no sólo estar en oficinas, en el concreto, en el ruido y en el smog.

8. Los pueblos originarios rechazamos el establecimiento de más industrias y fábricas contaminantes en nuestros territorios. Estas son una forma de colonialismo y control de nuestra vida. A la vez, exigimos que aquellas industrias altamente contaminantes sean retiradas del Parque Industrial por afectar negativamente al Río Lerma y quienes vivimos a sus orillas. Que se instalen industrias socialmente responsable.

9. Exigimos que se inicien los asuntos legales y jurídicos pertinentes para que los industriales, el Gobierno Federal y Estatal cumplan con retribuir a cada una de las comunidades originarias afectadas con una indemnización. Para ello, deberá diseñarse un sistema de estimación del nivel de afectación, el cual deberá ser elaborado y aplicado con amplia participación de representantes comunitarios competentes.

10. Apoyamos al pueblo matlatzinca por su heroica lucha por la defensa del Río Verde o Temascaltepec, que nace en San Francisco Oxtotilpan y que el Gobierno pretende despojarles para entubarlo. Sabemos por experiencia que esto provocaría la muerte de un río.

11. Se han secado ríos sagrados como el de San Juan, del Pueblo Tlahuica; se han secado manantiales en las montañas Otomíes de Temoaya; se han casi secado lagunas como la de Chignahuapan. Ya no toleramos otros cinco siglos de despojo y destrucción de nuestros recursos naturales.

12. Nos proponemos organizarnos todas las comunidades y pueblos originarios para defender el río Lerma que aún tiene una esperanza de vida, porque donde nace, aquí, en el Alto Lerma, todavía corren semillas de vida: hay peces, tulares y vuelven los patos. Desde el origen, desde el nacimiento de nuestro Padre Sagrado el Río Lerma, anunciamos el Nacimiento de un Tiempo Nuevo, el Nuevo Amanecer del Valle Matlatzinca. Aquí comienza a florecer la lucha por la defensa de nuestros territorios; aquí renace la esperanza de una vida más armoniosa, más digna. Aquí hacemos un nuevo pacto con la Madre Tierra, porque venimos de ella y somos de ella. Llamamos a todas la mujeres y los hombres indígenas y mexicanos todos, a construir el cambio por una nueva humanidad, por el despertar de la conciencia, por la libertad y el respeto a la vida.

POR UN NUEVO AMANECER
Kjamadi


Consejo Regional Otomí del Alto Lerma
Conmsejo Mexicano para el Desarrollo Sustentable A. C.

Nota: este declaratoria se realizó con base en la Carta de los Pueblos Indígenas por la Defensa de la Madre Tierra y del Padre Río Lerma (1996).

OBSERVATORIO SOCIAL DEL AGUA



¿POR QUE TENEMOS QUE CONFORMAR EL OBSERVATORIO SOCIAL DEL AGUA EN LA CUENCA DEL ALTO LERMA?



La cuenca Lerma-Chapala se extiende desde el nacimiento en el Área Natural de las Ciénegas del Alto-Lerma, a casi 4 mil metros de altitud en el Valle de Toluca, hasta su desembocadura en el lago de Chapala, con una extensión de 53 mil km2, representa casi el 3% del territorio nacional y se encuentra situada entre los Estados de México, Guanajuato, Michoacán y Jalisco. El Instituto Nacional de Ecología ha declarado que diversas regiones de esta cuenta se encuentran en estado de emergencia ambiental, al punto de estar en riesgo la existencia de sus ecosistemas, especialmente la cuenca del Alto Lerma y la Región del Bajío.

El Observatorio Social del Agua nace como un espacio de acuerdo, negociación, dialogo y análisis de propuestas y resultados a la problemática que afecta a los pueblos del Alto Lerma. Para ello busca la correcta interacción entre los gobiernos locales, estatales y federal, los grupos empresariales e industriales, y impulsando la participación activa de las comunidades que habitan en la zona, a fin de que con esfuerzos conjuntos como resultado soluciones consensuadas se implementen los mecanismos de rescate y preservación que tengan como base el apoyo ciudadano.

Se desarrollaran para ello talleres, foros, recorridos, conferencias y capacitación tendientes a fortalecer las relaciones sociales que contribuyan a la sustentabilidad de la zona, impulsando también al sector social y a los grupos comunitarios a general acuerdos, compromisos y propuestas que permitan una transformación profunda en la Cuenca.

Además, se difundirán mediante esta vía los estudios encaminados a instrumentar una estrategia social que promueva la pertenencia y la protección de la ciudadanía hacia sus recursos ambientales y su valor económico.


8. MONITOREO

9. CONSULTA Y PARTICIPACION

10. CAPACITACION

11. INVESTIGACION E INNOVACION

12. COMUNICACIÓN Y DIFUSION

13. DENUNCIA PÚBLICA

14. MOVILIZACION



Participa: Domingos 10 a.m. en la casa Chimaliapan en Tultepec, Lerma, México.

HERRAMIENTAS PARA SEMBRAR AUTONOMIA.




El problema. En México el ataque de las transnacionales y los gobiernos federal, estatal y municipal contra las comunidades campesinas e indígenas es muy vasto, muy brutal. Quieren expulsar de sus vitales espacios a la gente que ha cuidado sus territorios y sus recursos (agua, bosque, biodiversidad) mediante una vida dedicada a la siembra, la caza, la recolección y artesanía en convivencia respetuosa con los seres naturales y espirituales con quienes forman una unidad.

Ante este ataque, las comunidades comienzan a entender que ser expulsados del campo mexicano los llevara (como trabajadores casi esclavizados) a los campos de labor de las grandes empresas que roban la riqueza de los territorios de donde fueron expulsados. Comienzan a entender que cuando tienen que irse a las ciudades, hacen mas graves la necesidades de la ciudad, por ejemplo el agua, la basura, y se enfrentan a cantidad de problemas que no imaginaban estando sus regiones. Una ciudad con más problemas empuja por apoderarse de más recursos del campo, lo que permite que los gobiernos y las empresas intenten despojar a más y más campesinos de su tierra, sus recursos, sus espacios y su libertad.

La decisión. Repensando juntos en talleres, seminarios y encuentros, los pueblos indios han concluido que es urgente no quedarse con una visión chiquita del mundo. Que están solos ante las opresivas leyes (que con mañas aprobó el Congreso federal para darle manga ancha a las empresas), y que solos habrán de enfrentar los ataques que sufren. Saben que fortalecer la autonomía en los hechos, en la vida cotidiana, es igual de urgente y los pone a pensar, como sus ancestros les decían, integralmente.

Las tareas. De todos los rincones de México, desde las asambleas de las comunidades indígenas salen propuestas:

1.- Hacer un diagnostico detallado de sus regiones. Quiénes son los caciques, quienes tienen el poder en las regiones. Qué agencias del gobierno dividen a las comunidades. Cual es el papel de los programas de asistencia, educación, cultura y desarrollo que impulsa el gobierno. Que impacto tiene que le certifiquen parcelas individuales en un territorio que antes era común, trabajo en común.
Por qué quieren certificar el quehacer de los médicos tradicionales. “Por qué quieren saber cuantos ojos de agua tenemos y por qué quieren certificarlos. Cómo fortalecer nuestro espacio de participación política, no la de los partidos y las elecciones, sino aquí, ahora, en las regiones donde vivimos. Quiénes tienen el poder económico y político en las regiones, el país y a nivel internacional. Cuales empresas intentan apoderarse de todo. Qué megaproyectos quieren imponer y cuales serian sus efectos. Quiénes son los intermediarios que meten mercancías en las regiones, encarecen la vida de las comunidades y crecen el número de cosas que realmente no nos sirven. Cómo vamos a ejercer un autogobierno y proyectos conjuntos entre iguales a nivel regional, cuando las comunidades aisladas no pueden realmente romper cerco alguno”.

2.- Repensar la visión de lo que es una región. Pensar la nación desde las comunidades y pensar el nivel comunitario desde el punto de vista de una complejidad nacional y global. Hay que ser como pájaros y ver el panorama, el horizonte, completo.

3.- recuperar la iniciativa propia, lo creativo, haciendo caso de lo que realmente necesitan los pueblos- y no lo que nos han impuesto o quieren imponernos. Como desmontar o darle la vuelta a las mediciones y la corrupción. Acercar la vida y las decisiones es reconstituirnos como comunidad, como pueblo indígena, como sujetos.

4.- Recuperar nuestra historia. Y los saberes tradicionales y actuales que desde hace siglos le dan vida a nuestro territorio. Hay que hacerle caso a los ancianos y a los sabios. Repensar quienes éramos, por que nos quieren desaparecer y como defendernos.

5.- Entender nuestra verdadera soberanía. Casi todos los bosques son custodiados por los pueblos indígenas, son de las comunidades, y los cuidan en colectivo. Pero que soberanía tendremos cuando la conservación de nuestros recursos este regulada por el precio de los bonos de carbono y de servicios ambientales hidrológicos en la bolsa de valores de Nueva York. No queremos que el control economito de fragmentos de nuestro territorio integral este secuestrado por patentes, certificaciones, contratos con empresas, dependencia de las transnacionales productoras de semillas transgénicas. Ni por un gobierno corrupto y represor.

6.- La propiedad individual de la tierra rompe los territorios. Hace imposible el cuidado integral comunitario del bosque y nos parta de nuestro cuidado del agua. Con el pretexto de la ‘seguridad jurídica sobre la propiedad de la tierra’, únicamente garantizan que los inversionistas privados nos invadan.

7.-Privatizar la tierra rompe la organización comunal. Cuando la tierra se vuelve propiedad individual ya no permite que los pueblos indígenas decidamos sobre nuestro territorio o que cuidemos lo que la madre tierra nos ha dejado como encomienda para disfrutar y dejar a las siguientes generaciones.

8.- Las empresas quieren dominar la organización profunda de las comunidades. Pero nosotros conocemos nuestros territorios, sabemos como están y como cuidarlos. Tenemos lo necesario para gobernarnos, mediante nuestras asambleas, a nuestro propio y respetuoso modo. Ya no podemos permitir tantas normas impuestas, pues acabaríamos haciendo solamente lo que ellos quieren. Sin nuestra tierra no podemos ser los que somos.

9.- Hay que negarnos a los modelos tecnológicos que promueven y nos imponen plantaciones, planes de manejo, individualización y comercio de tierra, registros de propiedad de fuentes de agua, biopirateria, semillas transgenicas, servicios ambientales y ecoturismo. Estas maneras de “reordenar el territorio” aíslan y rompen nuestra relación comunitaria con el entorno. Liquidan las estrategias de cuidado desde hace siglos durante nuestros pueblos y sustituyen los saberes ancestrales de cuidado por conocimientos profesionales, de oficina, que no sirven.

10.- Debemos defender nuestra visión, que integra nuestros territorios – bosques, tierra, agua, cultivo de maíz y autogobierno. Los proyectos aislados no sirven. Solo nos fragmentan más.

11.- Cultivos que refuercen soberanía. La primera soberanía, la más fundamental autonomía, es organizarnos para producir nuestra propia comida.
Debemos defender por todos los medios el maíz, que no es un producto sino un modo de vida plena, una vida de sembradores, de campesinos, que cuidamos el maíz criados y enseñados por la milpa (que es una comunidad que nos enseño el valor de la diversidad) donde el maíz se relaciona con muchas otras plantas. Si lo pueblos, o las muchas comunidades campesinas, producen su propia comida, no tienen que pedirle permiso a nadie para ser, para existir. Esta es una propuesta muy fuerte. De ella surgen los fundamentos de la autonomía de nuestras comunidades campesinas indígenas, rurales.

Es urgente defender nuestra vida en la siembra produciendo nuestra comida. Nuestras labores no son un empleo para comprar comida con un sueldo de explotados, es acto creativo que refuerza la plenitud de la comunidad.

Solo con maíz nativo propio (no su versión desfigurada y transgenica comercial) cultivado por la comunidad para depender los menos posible del mercado, podemos defender el agua, los bosques, los recursos naturales, los saberes agrícolas, médicos y otras técnicos ancestrales y actuales, y todo nuestro sistema de imparticion de justicia, las asambleas y el trabajo colectivo. Sin maíz cultivado por nosotros no hay autogobierno en las comunidades. Si no existe más la posibilidad de tener maíz propio, nos vuelven dependientes de las compañías que diseñan y producen semillas comerciales. Y acabamos de obreros en la ciudad.

12.- La comunidad. Otro pilar de la autonomía es la comunidad, que es el espacio donde nos completamos un poco, pensamos, entendemos y trabajamos juntos. Donde tenemos un profundo respeto por lo sagrado, por impartir justicia buscando un entre quienes formamos la comunidad, sin castigos inhumanos; por respetar y darle valor a cada uno de los miembros del colectivo. En la comunidad hay conflictos, como en cualquier rincón del mundo. Hay violencia. Pero en las comunidades uno solo esta “podrido” pero con lo que sienten, piensan y buscan los otros con cada quien, formamos comunidad. La autonomía es un intento, una herramienta, como el arado, para evitar que se desgaste nuestra comunalidad: lo que soñamos y logramos juntos. Es un intento para renovarlo todo vez tras vez.

13.- Asambleas. Hay que reforzar los espacios de decisión entre iguales. Donde pensamos juntos. Las asambleas son la máxima autoridad de la comunidad porque en ellas cada quien puede decir su palabra y ser escuchad. Su palabra tiene peso.
Hoy en muchas regiones las asambleas ya no son muy fuertes, pero hay el impulso por revivirlas, y volver a trabajar pensando y entendiendo en común, juntos.

Donde las asambleas son fuertes, los programas de gobierno, los caciques que invaden o las empresas con sus tretas no logran mucho, por que la claridad de la asamblea frena o resuelve los problemas. Donde las asambleas son débiles, la comunidad se rompe y pierde, poco a poco o de repente, la fuerza para resistir las invasiones, la corrupción y los programas de gobierno.

14.- Autoridades. Una comunidad o una alianza de comunidades necesitan autoridades que sirvan a la gente, a esas asambleas generales.

Las leyes agrarias solo reconocen a las autoridades agrarias. Pero son igual de importantes los gobernadores tradicionales, los sabios, que actúan y aconsejan desde la tradición y la cosmovisión de una comunidad o de todo un pueblo. Juntas, las autoridades agrarias y tradicionales se vuelven un consejo de gobierno que le da mucha fuerza a la comunidad poniendo en practica las decisiones tomadas por la asamblea general de habitantes y no solo a los comuneros reconocidos en los estatutos de bienes comunales o ejidales derivados de la Constitución mexicana. Al ser un consejo de gobierno que responde a la asamblea, que “manda obedeciendo”, la autonomía logra gran legitimidad.

15.-Territorio. Para que la autonomía sea posible tiene que tener, como centro de toda acción, el territorio que le da vida.
El territorio es el balance que hemos logrado en siglos o milenios de relación con la naturaleza.
El territorio no es solamente la tierra. Son también el agua, el bosque, la biodiversidad, los recursos naturales (“los seres vivos materiales y espirituales”, dice los Zapotecos de la sierra Juárez de Oaxaca), la tierra y, sobre todo el saber colectivo acumulado que relaciona todo lo que ahí existe. Sin estos saberes ancestrales y actuales, los pueblos indígenas no seriamos lo que somos. (Cuando llegan funcionarios a promover políticas ajenas y nos dicen que nos van a ayudar a reordenar el territorio para “expandir nuestras capacidades productivas y ecológicas”, las comunidades indígenas reímos”. Eso es lo que hemos venido haciendo por lo menos hace diez mil años”, contesta la comunidad. El territorio es ya un orden, un equilibrio con todo. “Nosotros sabemos donde ranchear, donde sembrar, como hacer que el bosque viva y se mantenga, como hacer que llegue la lluvia y a donde”)

Debemos repensar nuestra condición, entender que lo que hemos hecho por siglos vale, sirve, y que es crucial controlar nuestros territorios. Sin territorio, sin este tejido de saberes antiguos y actuales que nos han permitido sobrevivir, cualquier respuesta aislada fortalece el ataque contra nosotros.

16.- La tierra es invaluable. Ser campesinos nos hace reverenciar, respetar y entender el profundo valor de la tierra, la Madre Tierra. “Ella nos cuida a todos. No es solo un madre como dice la gente, es nuestra hermana, nuestra hijita, y por supuesto nuestra amante. Le pertenecemos, no la poseemos, y por supuesto, no tiene precio”, dice don Simón de la Cruz, sabio huichol. Un campesino nahua de San Salvador Atenco lo dijo cuando enfrentaba la amenaza de un aeropuerto en sus tierras: “Fijarle precio a una tierra de cultivo es una agresión, no importa sea el precio, sean siete, setenta, setecientos, siete mil, setenta mil o siete millones, billones o trillones, nunca podrán igualar lo que esta tierra puede producir con mi cuidado, el de mis hijos, mis nietos, mis bisnietos o tataranietos hasta el fin de los tiempos”.

17.-Economía. Si somos cultivadores, cuidadores del mundo, campesinos que sembramos nuestra propia comida, tenemos la urgencia de salirnos, lo más posibles, de la economía de mercado. Muchas comunidades insisten en que no son cultivos de subsistencia o autoconsumo, sino cultivos soberanos. “Producir para vender y luego comprar comida”, dice una autoridad zapoteca, “nos hace perder nuestra soberanía alimentaría y laboral, siendo que somos gente de maíz. Un pueblo que compra semillas, que compra comida, no es un pueblo que pueda gobernarse a si mismo. Debemos estar orgullosos de cultivar y criar nuestro propio maíz pa’ que coma la familia, la comunidad, reforzar nuestros saberes antiguos, lo de nuestros ancianos, y buscar las nuevas tecnologías integrales que este de acuerdo con estos saberes y los complementen. Debemos recurrir a subsidios autónomos y fijar nuestros propios precios de garantía a nivel regional entre las comunidades que nos aliemos para hacerlo. Debemos atrevernos a dejar de gastar en alimentos industrializados que no nos son indispensables. Hagamos un llamado a los migrantes para que nos apoyen. Hay que regresar a los mercados pequeños, basados en el trueque, o en el intercambio local, para lograr una vida más manejable. Hay que consumir lo que producimos, en nuestras regiones; podemos producir lo que requerimos”.

18.- Tiendas comunitarias. Podemos instalar tiendas comunitarias regionales, que le den la vuelta a los intermediarios, los caciques regionales que introducen mercancías en muchas regiones y que encarecen muchísimo los productos. Impulsar así un comercio local, comunitario, para servir a distantes rancherías, con precios bajos y ganancias que van directo a la administración supervisada por las asambleas.

19.- Educación alternativa. La escuela nos esta acabando. Mientras no busquemos una educación basada en nuestra propia visión, con conocimientos y saberes que nos sirven para ser libres no vamos a lograr nada. Hay que buscar modos nuevos de crear situaciones donde todos aprendamos. Buscar que los jóvenes, como voluntarios, practiquen muchas técnicas antiguas y actuales para ahorrar leña, captar agua, que hacer con la basura, hacer abonos orgánicos, cuidar el bosque, combatir incendios, guardar e intercambiar semillas tradicionales, recuperar suelos erosionados no solo a nivel de parcela sino a nivel micro regional, revitalizar aguajes, diversificar cultivos y actividades para recuperar nuestro territorio y reforzar sus orillas con proyectos integrales propios. Reforzando la orilla del territorio en tierras recuperadas les da a los jóvenes un sentido de la resistencia que luego otros no tienen. Con talleres de intercambio de experiencias los jóvenes se empapan de los problemas y se vuelven grupos de estudio y trabajo, a nivel milpa, donde combinan saberes antiguos con la más alta tecnología.