viernes, 26 de septiembre de 2008

DECLARACIÓN DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS POR LA DEFENSA DE LA MADRE TIERRA Y DEL PADRE RIO LERMA-DATHE

Estamos reunidos en territorio del nacimiento del Padre Río Lerma representantes y miembros de comunidades de los pueblos originarios Ñahñu-Otomí y Náhua, en una ceremonia de reencuentro y desagravio con la Madre Tierra y por el renacimiento de la cuna de nuestro Padre Río Lerma, el Dathe Lerma.

Nos congregamos hombres y mujeres, niñas y niños, jóvenes, los abuelos y las abuelas; nos acompañaron nuestros guías y guardianes de la tradición. Fueron testigos nuestros antepasados que miran con tristeza lo que hemos hecho con nuestros ríos, lagunas y manantiales. Hemos caminado a la orilla del río, hemos depositado nuestras ofrendas: peces, flores, frutos, cantos, música, copal y nuestras plegarias para manifestar nuestro deseo porque el Río Lerma sea nuevamente fuente de vida y esperanza de las comunidades ribereñas y de todos los pueblos de la Cuenca del Lerma. Los pueblos originarios de estas tierras, levantamos nuestra voz y manifestamos al Gobierno Federal, Estatal y Municipal, a los industriales, a los empresarios, a la iniciativa privada y a la sociedad en general que:

1. Ya basta del despojo a nuestros territorios. Basta de la destrucción a nuestra Madre Tierra; no más entubamientos de nuestros ríos y manantiales; para nosotros son sagrados. La extracción del agua ha sido bajo engaños, falsas promesas, bajo convenios entre líderes corruptos, caciques locales y funcionarios llenos de ambiciones.

2. Queremos recuperar nuestras prácticas tradicionales y naturales. Nos oponemos a la producción y al uso de productos tóxicos desechables, a los envoltorios y artículos de plástico, al unicel, los aerosoles, latas y alimentos chatarra, que contaminan nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros hogares; y el hogar de toda la gente: La Madre Tierra. Nos oponemos a este modelo de vida insustentable y al consumismo, que provoca basura.

3. Rechazamos los proyectos insustentables como el Parque Industrial Toluca-Lerma, que despojó a nuestras comunidades otomíes de sus territorios y los convirtió en obreros asalariados de patrones y empresarios; les prometieron progreso y desarrollo, y sólo destruyeron nuestras formas de vida comunal, de autoconsumo, de desarrollo armónico, y de paso, contaminaron a nuestro Río Lerma con sus desechos químicos, envenenando a los hermanos peces y vegetales. De igual forma, rechazamos la inversión de dinero en proyectos de tratamiento de agua que son ineficientes por no ocupar sistemas de tecnologías apropiadas a los contaminantes vertidos a las aguas de cauce natural. Por ello, exigimos que cada industria instale su propio sistema de tratamiento de efluentes, ocupando la tecnología eficiente que existe, la cual debe adecuarse al contaminante que la industria genere. Que en los municipios y comunidades también se instalen sistemas eficientes de tratamiento de aguas residuales.

4. Proponemos usos alternos a los drenajes, como sanitarios secos.

5. Exigimos el respeto a las formas de vida de nuestros pueblos. No a la práctica de caza deportiva que nos ofende y agrede, porque destruye y mata por deporte. Condenamos y denunciamos la caza de patos en las ciénegas de Chignahuapan, Chimaliapan y Chiconahuapan, donde con la anuencia de las autoridades del Ayuntamientos y de autoridades locales, se asesinan a los patos que vienen del Canadá y de Norte América, así como a especies nativas y endémicas.

6. Pedimos se respeten nuestros lugares sagrados, como los lagos, los ríos, manantiales y montes. Demandamos se reconozcan nuestros territorios, zonas de vida y cuna de nuestras culturas milenarias. Exigimos se respete nuestra libre determinación y nuestra autonomía territorial como pueblos originarios.

7. Proponemos una nueva conciencia basada en la educación de respeto y convivencia con la Madre Naturaleza. Los pueblos originarios proponemos y nos comprometemos a educar a los niños y jóvenes para estar más en contacto con la tierra y no sólo estar en oficinas, en el concreto, en el ruido y en el smog.

8. Los pueblos originarios rechazamos el establecimiento de más industrias y fábricas contaminantes en nuestros territorios. Estas son una forma de colonialismo y control de nuestra vida. A la vez, exigimos que aquellas industrias altamente contaminantes sean retiradas del Parque Industrial por afectar negativamente al Río Lerma y quienes vivimos a sus orillas. Que se instalen industrias socialmente responsable.

9. Exigimos que se inicien los asuntos legales y jurídicos pertinentes para que los industriales, el Gobierno Federal y Estatal cumplan con retribuir a cada una de las comunidades originarias afectadas con una indemnización. Para ello, deberá diseñarse un sistema de estimación del nivel de afectación, el cual deberá ser elaborado y aplicado con amplia participación de representantes comunitarios competentes.

10. Apoyamos al pueblo matlatzinca por su heroica lucha por la defensa del Río Verde o Temascaltepec, que nace en San Francisco Oxtotilpan y que el Gobierno pretende despojarles para entubarlo. Sabemos por experiencia que esto provocaría la muerte de un río.

11. Se han secado ríos sagrados como el de San Juan, del Pueblo Tlahuica; se han secado manantiales en las montañas Otomíes de Temoaya; se han casi secado lagunas como la de Chignahuapan. Ya no toleramos otros cinco siglos de despojo y destrucción de nuestros recursos naturales.

12. Nos proponemos organizarnos todas las comunidades y pueblos originarios para defender el río Lerma que aún tiene una esperanza de vida, porque donde nace, aquí, en el Alto Lerma, todavía corren semillas de vida: hay peces, tulares y vuelven los patos. Desde el origen, desde el nacimiento de nuestro Padre Sagrado el Río Lerma, anunciamos el Nacimiento de un Tiempo Nuevo, el Nuevo Amanecer del Valle Matlatzinca. Aquí comienza a florecer la lucha por la defensa de nuestros territorios; aquí renace la esperanza de una vida más armoniosa, más digna. Aquí hacemos un nuevo pacto con la Madre Tierra, porque venimos de ella y somos de ella. Llamamos a todas la mujeres y los hombres indígenas y mexicanos todos, a construir el cambio por una nueva humanidad, por el despertar de la conciencia, por la libertad y el respeto a la vida.

POR UN NUEVO AMANECER
Kjamadi


Consejo Regional Otomí del Alto Lerma
Conmsejo Mexicano para el Desarrollo Sustentable A. C.

Nota: este declaratoria se realizó con base en la Carta de los Pueblos Indígenas por la Defensa de la Madre Tierra y del Padre Río Lerma (1996).